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El síntoma

Foto del escritor: Montse Antó GauxachsMontse Antó Gauxachs

Me parece importante empezar este blog hablando del síntoma y/o enfermedad, para que entendamos el por y para que aparece.

Tiene muchas formas de aparecer y muchos nombres, asma, dolor de estómago, mocos, cistitis, ansiedad, dolor de rodilla, depresión, gripe, reuma, artritis, hemorroides, cáncer, ciática, diabetes, dolor muscular, anginas, faringitis, insuficiencia renal, …….y una larga lista de diferentes y molestas dolencias. Siempre ingrato para nosotros, siempre molesto, siempre pensando que viene a fastidiarnos y limitarnos la vida .


Pues bien, para que entendamos el para que de la necesidad de tratar nuestras emociones y de la importancia de una buena terapia y un buen acompañamiento para poder vaciar emociones vamos hablar primero de él.

El “síntoma” es portador de noticias poco gratas para nosotros, no lo comprendemos, no lo queremos, lo maldecimos, lo hacemos impotente para hacernos comprender, hacemos lo imposible por acallarlo, por mandarlo dormir. ¿Como? Con medicamentos, con quimioterapias, antiinflamatorios, tranquilizantes….. esperando que de forma mágica se vaya de nuestro cuerpo.


Sin pararnos a razonar o comprender la presencia de él en nuestro cuerpo, comprender que no puede ser sutil ni suave, ha venido a avisarnos, con lo que no puede hacerlo suavemente, aunque a veces si empieza suave, y va subiendo la intensidad por ser totalmente ignorado.


Es esa alarma que nos avisa que tenemos delante una inmensa roca con la que vamos a chocar, intenta de mil formas hacernos entender que no vamos por buen camino, esa alarma suena durante horas, días, meses, años, intentando salvarnos la vida, intentando que veamos que tenemos que reconducir el rumbo, y en cambio nosotros sólo vemos enfermedad, quejándonos de lo que nos limita, de cómo no nos deja dormir, no nos deja andar, no nos deja trabajar, o todo aquello que el síntoma nos impida hacer, pero seguimos sin escucharlo.


Para nosotros el síntoma es la enfermedad, desgraciadamente lo confundimos y no lo vemos como una ayuda muy valiosa que nos viene ayudar, como una oportunidad. Vamos al médico, pagando por innumerables consultas médicas y por infinitos medicamentos, y seguimos sin querer entender para que esta ahí.

La enfermedad somos nosotros, nuestro estilo de vida, nuestras creencias, nuestras emociones reprimidas, eso sí es la enfermedad, y ningún médico en este planeta sabe cómo combatirlas, lo único que hacen es callar al “síntoma”, silenciarlo,hacerlo desaparecer, maquillarlo,hacerlo invisible para que no lo veamos, pero el síntoma sigue firme y constante, porque debe hacernos entender el mensaje.


Puede que al leer esto sientas “un golpe bajo a tu inteligencia “, molesto, frustrado …..está bien, depende totalmente de ti analizar lo que el síntoma trata de decirte, de lo que trata de avisarte.


Cuando el síntoma aparece es para avisarte que una emoción retenida dentro de ti debe ser analizada y resuelta para no enfermarte. ” Para no chocar con la roca “

Deberíamos darnos la oportunidad de preguntarnos :


¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora? ¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar este síntoma?

Si lo hacemos desde la mente, el resultado no será diferente al de los años atrás, debemos preguntar a nuestro corazón, a nuestras emociones, nuestro inconsciente ( este nunca miente ). La buena noticia es que depende de nosotros no necesitarlo más, analizando lo que trata de prevenir.


Cuando el “síntoma “aparezca en nuestra vida, antes de correr al doctor a que nos lo duerma, analizemos lo que nos viene a decir, y como más rápido hagamos consciencia del por qué de su aparición en el cuerpo, más rápido se irá .Entre mejores investigadores seamos, menos veces aparecerá el síntoma, y llegará el día con toda seguridad en que no vuelva a aparecer ni lo volveremos a sentir.


Y tengamos muy presente que aunque lo aborrezcamos muchas veces presumimos de él,

“no puedo más con mi dolor de estomago“ ”estoy siempre con migrañas“ “no puedo andar“ “no puedo con mis rodillas“… Presumimos del síntoma como si fuera un tesoro del que no nos queremos desprender.

Entraríamos ahora en un largo debate y no es el momento, quizás lo dejo para otra ocasión, pero si deciros que muchas, muchas veces detrás de un síntoma o enfermedad hay un benéfico encubierto.


Cada vez que “presumimos” del síntoma ante los demás, en realidad estamos diciendo:

“no soy capaz de analizar / comprender mi propio cuerpo, miren que débil soy, no vivo en coherencia, miradme , miradme“


Os invito a tomar consciencia y a actuar.


Contra más pronto lo hagas, más pronto el síntoma desaparecerá de tu vida.

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